Qué es y cómo organizar una preboda

La celebración de una boda es muy esperada por aquellos que deciden unirse en matrimonio. Reunir a familiares y amigos en una gran fiesta para celebrar el amor es un acontecimiento muy especial. Pero no todo tiene que apostarse a un día, y por ello ahora es tendencia celebrar la preboda.

¿Qué es una preboda?

Una preboda es una celebración previa a la boda. Se suele celebrar el día anterior y está destinada para los más allegados, aquellas personas especiales que los novios quieren reunir en una celebración más íntima que una gran boda. Muchos pensarán que no hay motivo para hacer dos celebraciones tan juntas, pero te descubrimos que hay más de una buena razón para hacerlo.

• Alargar la fiesta: es frecuente que los novios quieran alargar un poco más la fiesta ya que el día de la boda suele pasar bastante rápido. Un día tan especial no tiene por qué reducirse a un solo día, ¿no?
• Fuera nervios: este es otro motivo por el que la preboda es una opción cada vez más interesante. Una celebración previa en la que calmar los nervios del día siguiente, una forma de ir relajados al gran día.
• Invitados: sí, las prebodas también se hacen para los invitados, para que los novios los reciban en un ambiente más distendido y de paso, se conozcan entre ellos. El día de la boda son muchas las obligaciones a las que tienen que atender los novios, y a veces no disponen del tiempo que quisieran para disfrutar de sus invitados más especiales.

¿Qué debes tener en cuenta para organizar una preboda?

Si estás pensando en organizar una preboda, antes de ponerte manos a la obra, es esencial que tengas en cuenta aspectos tan importantes como la hora, el lugar o incluso la comida que caracterizarán ese día.

Elige una hora prudencial para que los novios descansen

Por mucho que tengas ganas de fiesta, no hay que olvidar que el gran día es el de la boda. Por este motivo, en una preboda es fundamental fijar una hora prudencial, con el objetivo de que los novios e invitados tengan tiempo para descansar y vayan con las pilas cargadas a la boda. ¿La mejor opción? Sin duda, el horario de cóctel, siempre y cuando finalice como máximo a la 1 de la madrugada.

Los invitados

El número de invitados a una preboda suele ser bastante menor que los asistentes a la boda. Esto dependerá del tipo de boda que celebres, ya que si va a haber entre 50 y 60 asistentes, puede que quieras reunirlos a todos ellos también en la preboda.

Sin embargo, lo recomendable es que el número sea inferior, sobre todo en bodas que superan los 150 o 200 asistentes. Elige, por tanto, aquellos familiares y amigos más allegados, con los que quieras tener un trato especial en una preboda más íntima y cercana.

Una vez escogida la lista de invitados a la preboda, deberás enviar las invitaciones como si de una boda se tratase. Con un toque más sencillo y diferenciador que caracteriza a una celebración más íntima, no olvides este detalle que hará que tus invitados se sientan más especiales. Puedes optar por una versión online o digitalizada (¡incluso por WhatsApp!) para optimizar costes y apostar por las nuevas tecnologías.

Decoración

Es importante marcar el límite en aspectos como la decoración y el presupuesto destinado para que la preboda no se convierta en una boda. La sencillez debe primar en todos los aspectos de esta celebración, de manera que la decoración esté acorde al tipo de evento que se celebra.

Los gustos de los novios, el local elegido o la temática que caracterizará la boda son aspectos que se deben tener en cuenta. De hecho, una opción es que preboda y boda estén en sintonía en cuanto a decoración y temática, aunque hay otras tendencias que apuestan por lo contrario.

Si la boda va a tener un corte clásico, ¿por qué no celebrar la preboda en un local vanguardista? Y al revés, si la boda huye de todo convencionalismo, ¿por qué no hacer la preboda en un espacio tradicional o vintage? En cualquier caso, la preboda nunca deberá eclipsar la gran celebración del día siguiente.

Comida

Lo ideal es elegir un menú más ligero que el de la boda y que no se parezca en nada al elegido para el día siguiente. Así, los invitados (y también los novios) tendrán la sensación de asistir a dos celebraciones completamente diferentes en cuanto a gastronomía se refiere.

Contratar un catering es una buena opción, de manera que se ofrezca un menú más informal, simple y divertido. Las tapas, los cócteles o los zumos pueden ser apuestas minimalistas que encandilen a tus invitados. Además, se recomienda no abusar de las opciones con alcohol en la preboda.

Sesión de fotos

Una preboda es un evento para inmortalizar, por lo que será conveniente contratar un fotógrafo profesional. Es un momento genial para disfrutar con los que más quieres y tener fotografías más íntimas y personales que guardar en tu álbum de recuerdos. Puedes aprovechar este día para sacar las fotos más divertidas con tus allegados, dejando las más protocolarias para el día siguiente. Aunque, de nuevo, dependerá de cómo enfoques tu boda.

En definitiva, una preboda se ha convertido en el evento perfecto para disfrutar de las personas más cercanas y pasar un rato estupendo antes del gran día. Teniendo en cuenta los detalles anteriormente mencionados y con ganas e ilusión, seguro que será una jornada que todo el mundo recordará, donde las risas y las sorpresas estarán más que aseguradas. ¡Qué vivan los novios!