El roscón de Reyes, una receta con dos milenios de historia

«He aquí el Roscón de Reyes, tradición de un gran banquete en el cual hay dos sorpresas para los que tengan suerte. En él hay bien ocultas, un haba y una figura; el que lo vaya a cortar hágalo sin travesura. Quien en la boca se encuentre una cosa un tanto dura, a lo peor es el haba, a lo mejor la figura. Si es el haba lo encontrado este postre pagarás, mas si ello es la figura, coronado y Rey serás»

Este poema os sonará a muchos, por no decir a todos. Y es que, ¿quién no ha probado alguna vez un roscón de Reyes y leído esta cita que suele acompañarlo? España es uno de los países donde más fuerza tiene esta tradición, aunque también es muy popular en Francia, Bélgica, Portugal o incluso México. Pero lo más curioso de todo es que esta cita culinaria tan habitual en las mesas españolas de todos los 6 de enero no tiene un origen religioso ni nada que ver con los Reyes Magos o el Niño Jesús. Sí tiene relación, en cambio, con los romanos, y más concretamente con Las Saturnales, conocida como la Fiesta de los Esclavos.

‘Le Roi de la Fave’ o el ‘Bolo Rei’

Las Saturnales eran unas fiestas que se celebraban en diciembre para conmemorar el nacimiento de un nuevo período de luz tras el solsticio de invierno y el final del duro trabajo en el campo. En esa época se empezaron a elaborar unas tortas redondas en las que se incluían higos, dátiles y miel y que se repartían entre todos los trabajadores como regalo por el trabajo bien hecho. De hecho el haba, que hoy en día tiene una connotación negativa, entonces era motivo de celebración, pues el esclavo al que le tocaba era condecorado con el título de ‘Rey de reyes’ y tenía derecho a un día libre. 

Se ha especulado mucho con la fecha en la que se vinculó a la celebración cristiana de la Epifanía del Señor, pero parece ser que fue el rey francés Luis XV quien dio el empujón definitivo a la tradición del roscón, escondiendo una moneda dentro y extendiéndolo entre la corte. Su tío Felipe V introdujo la tradición en España y así se acabó convirtiendo en una fiesta popular. Sea como sea, ya se le llame Le Roi de Fave (el rey del haba) como en Francia o ‘Bolo Rei’ (El bollo real) como en Portugal, lo cierto es que este sabroso legado ha llegado hasta nuestros días como una de las maneras más dulces de poner fin a las fiestas navideñas.

Uno de los dulces más consumidos durante la Navidad

La receta básica del roscón de Reyes incluye harina, levadura, leche, azúcar, mantequilla y sal, pero luego, como siempre, hay debate (como con la tortilla de patata: ¿con cebolla o sin cebolla?). Hay a quien le encanta que el roscón venga acompañado y adornado con rodajas de fruta confitada, escarchada o cristalizada de vistosos colores. Los hay, por el contrario, quienes retiran todo lo anterior pero en cambio les chifla que vengan rellenos de chocolate, nata, crema o trufa…

Seas del tipo que seas, debes saber que en el Palacio nos encanta esta tradición tan dulce y que, por supuesto, la hemos incorporado a nuestro Brunch especial día de Reyes de este próximo domingo 7 de enero. En la carta podréis encontrar, entre otras delicias, Royal de pularda con frutas navideñas, foie y salsa de uvas moscatel; vasitos de chocolate y gelée de naranja, de tiramisú, de turrón y de tocinillo de cielo con requesón; y, como no podía ser de otra manera, en nuestra sección de bollos dulces encontraréis al rey de las Navidades: nuestro querido Roscón de Reyes.

Desde el Palacio de Avilés solo nos queda desearos una feliz noche de Reyes y que disfrutéis en familia de estos días tan mágicos

Fotografías de Freepik