Pastel de cabracho asturiano, el plato estrella del verano

El pastel de cabracho asturiano es uno los platos más típicos de esta región. Sencillo de elaborar pero con un resultado exquisito, es ideal para acompañar un evento especial en familia o con amigos. Es uno de los platos estrella del verano porque resultar fácil de digerir y además es muy fresquito; y es que no se suele comer en caliente.

Si quieres un sabor auténtico y 100 % asturiano, es muy importante que utilices como pescado el cabracho y no lo sustituyas por otro. Recuerda también que en los pequeños detalles está el éxito de esta receta, así es que no te olvides de acompañarlo de una salsa y de un buen vino.

¿Quieres aprender a prepararlo paso a paso? ¿Te gustaría conocer cómo surgió la receta? Te lo contamos a continuación. Además, te damos varios  consejos para comerlo y conservarlo.

Origen del pastel de cabracho

Este pastel es una variante del pastel de merluza cuya receta se encuentra en el libro de cocina de la marquesa de Parabere. Más tarde, el cocinero Juan María Arzak, allá por los años 70, se convirtió en su principal promotor. Según cuenta el propio Arzak,  los hermanos Troisgros le enseñaron una receta de pastel de pescado acompañado de un culí de tomate en el restaurante. Cuando llegó a casa trató de emular la receta con cabracho, un pescado típico del norte. La receta le salió mal y volvió a mezclar todos los ingredientes a los que le añadió unos huevos batidos. El resultado fue exquisito y decidió ponerlo en la carta de menú degustación.

¿Cómo se hace el pastel de cabracho asturiano?

Ingredientes:

• 1 cabracho de un kilo
• Unos palitos de surimi, unas gambas o unos langostinos (opcional)
• 2-3 pimientos del piquillo
• Salsa Perrins ó tabasco (opcional)
• 1 cebolla mediana
• 1 puerro pequeño (opcional)
• 1 ajo
• 1 apio pequeño
• Pimienta en grano
• Pimienta negra molida
• 1 o 2 hojas de laurel
• 1 chorrito de aceite de oliva
• 8 huevos pequeños
• Un vaso de nata
• Un vaso de tomate
• Mantequilla
• Sal

Modo de elaboración

1. Limpia bien el cabracho, pela la zanahoria, la cebolla y el puerro. Deja las hortalizas enteras, sin cortar y el ajo se lo puedes añadir con o sin piel.
2. Pon una olla grande con abundante agua, una cucharadita de sal, el pescado, las hortalizas, el laurel, el aceite de oliva y la pimienta negra. Deja que cueza unos minutos hasta que el pescado esté hecho por completo.
3. Saca el cabracho, quítale la piel y desmenuza la carne.
4. Bate los huevos. A continuación añádele el tomate, la nata, el cabracho desmenuzado, los pimientos del piquillo, la salsa Perrins o el tabasco,  y la pimienta negra recién molida. Posteriormente bate con una batidora eléctrica o con unas varillas, depende de lo fino que quieras dejar el pastel.
5. Pon a precalentar el horno a 180 ºC.
6. Engrasa un molde con mantequilla y vierte la mezcla.
7. Pon un recipiente con agua y pon los moldes. El agua tiene que cubrir hasta la mitad de los moldes aproximadamente. Si quieres puedes cubrirlo con papel de aluminio para evitar que se reseque por arriba.
8. Hornea el pastel unos 40-50 minutos a 180 º. Puedes introducir una aguja de punto de vez en cuando para ver si el pastel está cuajado.
9. Desmolda cuando se haya enfriado.

Algunos consejos

• Acompáñalo con una mayonesa, una vinagreta o una salsa rosa que lleve un toque de brandy y zumo de naranja.
• Usa ingredientes naturales para elaborarlo. El tomate frito que sea casero. Y si lo vas a acompañar de salsa rosa, igual.
• En lugar de batir el cabracho, añádelo a la mezcla cortándolo en trocitos, te quedará con mejor textura.
• Si no tienes cabracho, los pescados más similares son la cabrilla y la gallineta.
• Es muy importante que esté pendiente del pastel durante toda la cocción. Y es que si el pastel se pasa , te puede quedar muy seco. No dejes de introducir por momentos un aguja para comprobar su textura.
• El pastel queda ideal de un día para otro porque los sabores se intensifican. Recuerda mantenerlo en nevera, donde puede  aguantar hasta tres días.
• El pastel se puede congelar,  aunque esto es ya cuestión de gustos.
• No tires las verduras ni el caldo. Con ellas puedes elaborar una deliciosa crema y el caldo te puede servir como fumé para otro plato

¿Cuándo comer un pastel de cabracho asturiano?

El pastel se puede comer en cualquier momento, pero lo más recomendable es comerlo en verano, ya que no es un plato muy pesado, además, es recomendable comerse frío y conservarse en la nevera. Podemos servirlo frío acompañado de alguna ensalada o algún entrante.

También podemos comer este pastel en ocasiones especiales como cumpleaños, bodas o cualquier otro evento.  Podemos acompañarlo  con un buen txacoli o una sidra para conseguir una mezcla de sabores agradables.

En conclusión, si visitas Asturias, no te vayas sin probar este delicioso plato típico de la región. O si quieres sorprender a tus invitados con un plato gourmet fácil de hacer, elige el pastel de cabracho asturiano.